lunes, 27 de diciembre de 2010

Plumas de rey III

¡ Ven para acá ! - le dijo el tío Andres - Deja de estar ahi matandote pensando, ya esta anocheciendo, ni siquiera hemos tenido tiempo de hablar con soltura sobre ti, lo que haces, lo que quieres hacer - le inquirió.
- Estoy bien tío - respondió Boris
- Insisto Boris Rey - y esta vez se acercó a él para afirmar que necesitaba y urgía conversar. Será que viene por mamá - se preguntó Boris.
Recuerdo cuando tenía tu edad muchacho. Todos los días salía por ahí por allá con mis amigos, tenía una vida como la de Luciano. Boris odiaba que le mostraran cuán popular es su hermano por sobre él. El hecho es que me preocupa saber que no sales, que te encierras, y eres muy bohemio hijo. O sea no digo que esté mal, pero a lo que quiero llegar es que lo mejor es no ser extremistas. Cuéntame, ¿estas enamorado?
Boris asintió, pero no pronunció palabra alguna. Sus mejillas se había sonrojado, hecho que causo gracia al tío, quien lo demostro esbozando una pequeña sonrisa, que casi pasó desapercibida por Boris. -¡ Que bien ! - finalizó. Yo tenía 2 o tres novias antes de casarme con Olga. Claro esta, a ella le fui totalmente fiel, me enamoré locamente. A lo que voy - continuó -  es muy bueno que estes enamorado, supongo que ella es muy bonita. Para que  un tipo como tú se fije en ella. La muy, tonta sería en caso te dice no, en realidad no lo creo, eres aquí entre nos, el que tiene mejor pinta. Boris volvió a sonrojarse, por unos instantes dejó de pensar, dejó de sentirse preso de ese sentimiento que lo carcomía y lo mantenía al pendiente de su alrededor. Pero no todo se lo había dicho, sólo contestaba con monosílabos. Sin proponerselo el tío Andres, había reavidado ese espiritu en el interior de Boris. Aquel guerrero luchachor que dormía dentro de sí. Este se sorprendió al ver a Boris incorporarse y darle las gracias. Dio una gran sonrisa, y fue junto a tío Andres rumbo a la sala, donde ya iba terminando la reunión dominical.

Mamá sonrió, y todos al final pudieron compartir un poco de tiempo con el muchacho de 22 años, que estaba perdido en un sitio que él conocía muy bien.
La comunión familiar terminó en buenos términos y todos estaban contentos por como finalizó el evento de la semana. Aurora se despedía de todos con mucha tranquilidad, Luciano y Boris hacían lo mismo a su tiempo. Luciano quedó bromeando con los otros primos y Boris ya desde el carro divisaba a su hermano divertirse con sus primos, ellos sólo aguarban a que este subiera al carro para empezar el viaje de regreso a casa, a la tranquilidad de aquel sitio fuera de la ciudad. Estar en la ciudad los volvía un poco lunáticos, debido a que no solían frecuentar tanto las caoticas calles, sino que siempre lo hacían en momentos que no había tanto tráfico. Ese domingo sin embargo por los súbitos acontecimientos en casa de los abuelos, tardaron más de lo debido, resultado; tráfico.  En el auto Boris iba como co-piloto mientras que Aurora y Luciano iban en la parte trasera. al principio iban callados  hasta cierto momentos cuando el vacio contrataba con la inercia que producía el tráfico, entonces, ellos esbozaban frases sueltas  y hasta bromas se hicieron. Llegaron a casa sonrientes todos.

Después de un largo tiempo los tres hermanos se sentaron el domingo a conversar en casa. Desde la cocina mamá los vigilaba de manera que ellos no se fijaran que estuviera allí.
La ira que sentía al ver esa última imagen estaba desapareciendo, la conversación con el tío Andres le había mostrado que tenía que ser fiel con los sentimientos, pero aquél beso aún le causaba revancha. Pensaba y pensaba, pero ahora los pensamientos no le causaban dolor, sino que lo hacían reflexionar. Las lecciones de Pedro, un alter ego suyo rendían sus frutos. El dolor de pronto se desvaneció al darse cuenta que lo mejor que podía hacer era liberar sus emociones. La imagen de su hermano besando a esta chica que tanto gustaba a Boris, daba vueltas en su cabeza, pero ya no lograba sacarlo de quicio. Era su hermano quien le quitaba a la mujer que él amaba, al principio no lo reconocía y hasta sentía aversión por Luciano. Pero finalmente se liberó  de ese sentimiento que  lo único que hizo fue torturalo tras descubrir que era Luciano quien........
El teléfono nunca sonó, pero Boris contestó a eso que él creía era la respuesta a sus demandas interiores. Aurora se acercó a Boris y comprendió que algo necesitaba oir: Si necesitas cualquier cosa estoy aquí - ya que siempre hay altibajos en lo que uno haga.
Boris la miró y lo que atinó a hacer fue abrazarla. Los pensamientos de los tres fluían y mamá miraba admirada lo que ocurría en la sala con sus hijos. Boris no llegó a mencionar a Luciano lo que vió ni lo que sentía por aquella muchacha.
Simplemento lo dejó pasar, aquellas imagenes se desvanecieron, aunque nunca llegó a entender el mensaje que vio en su celular aquella noche justo en el momento que presenció la escena. ¿Quién habría sido? ¿Porqué lo había hecho? eran preguntas que flotando quedaron para Boris. Aunque la intriga lo amenazaba, infló sus cachetes, dió una gran sonrisa que provocó las carcajadas de sus hermanos, mamá se unió y todo continuó........

Nouvelle Vague - Dance with me

Nouvelle Vague - Ever Fall in Love

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